El primer paso es identificar de qué material está hecho nuestro sartén, como de hierro fundido, de antiadherente, de acero inoxidable, aluminio o cerámica, ya que, no todos los ingredientes de limpieza caseros son compatibles con todos los tipos de sartenes, y mezclar materiales o aplicar métodos inadecuados puede dañarlos irreversiblemente.
Una vez que tengamos claro que material esta hecho nuestro sartén podemos iniciar con el proceso de lavado.
Sartén de hierro fundido.
Utiliza sal de mar, papel de cocina, aceite vegetal o de linaza (preferentemente), un poco de agua y tu estufa.
Paso 1:
- Asegúrate de que el sartén esté tibio (no caliente ni completamente frío).
- Espolvorea una capa generosa de sal gruesa en toda la superficie interior.
- Con una hoja de papel de cocina doblada, frota la sal haciendo movimientos circulares.
- La sal actuará como abrasivo suave y arrastrará los restos de comida.
Cuando la sal esté sucia, retírala con otro papel y repite si es necesario.
Paso 2:
- Si quedan residuos pegados, enjuaga con un chorrito de agua caliente, directo sobre la superficie.
- No uses jabón.
- Nunca lo dejes en remojo ni uses mucha agua: el hierro fundido se oxida rápidamente.
- rápidamente.
Paso 3:
- Seca por completo con un trapo limpio o más papel absorbente.
- Para asegurarte de eliminar toda la humedad, coloca el sartén sobre fuego bajo durante 1–2 minutos.
- Retira del fuego cuando la superficie esté completamente seca al tacto.
Paso 4:
- Con el sartén aún tibio, aplica unas gotas de aceite vegetal o de linaza.
- Esparce el aceite con una nueva hoja de papel de cocina por toda la superficie interior (y opcionalmente el exterior).
- Debes dejar una capa MUY ligera, casi invisible, que proteja el metal y mantenga la antiadherencia.
- Guarda el sartén cuando esté completamente frío.
Sartén antiadherente (teflón u otros recubrimientos).
Para la limpieza de este sartén necesitas jabón de trastes, bicarbonato y agua caliente.
Paso 1:
- Deja que el sartén se enfríe por completo antes de limpiarlo.
- No lo metas al agua mientras está caliente: esto puede deformarlo o dañar el recubrimiento.
Paso 2:
- Llena el sartén con un poco de agua caliente.
- Añade unas gotas de jabón líquido suave.
- Usa una esponja suave para frotar la superficie con movimientos circulares.
Limpia también los bordes y el exterior, evitando usar fuerza excesiva.
Paso 3:
- Espolvorea una pizca de bicarbonato de sodio sobre la zona afectada.
- Añade unas gotas de agua para formar una pasta suave.
- Frota con la esponja en círculos suaves.
- Enjuaga con agua caliente.
⚠ ️ No uses vinagre caliente ni abrasivos fuertes: podrían dañar la capa antiadherente.
Paso 4:
- Seca completamente con un trapo limpio o papel absorbente.
- No lo guardes húmedo ni lo apiles directamente con otros utensilios.
Sartén de acero inoxidable.
Los materiales que usarás para la limpieza de este sartén son, vinagre blanco, bicarbonato de sodio, agua caliente, esponja suave o trapo de cocina y un paño de microfibra.
Paso 1:
- Vierte agua caliente dentro del sartén.
- Agrega un chorrito de vinagre blanco.
- Déjalo reposar durante 10–15 minutos para que los residuos se aflojen.
- Luego retira el agua y limpia con una esponja suave.
Paso 2:
- Con el sartén aún tibio y húmedo, espolvorea bicarbonato de sodio en las zonas con manchas o restos.
- Usa una esponja suave o un trapo para frotar suavemente en círculos.
- Si es necesario, añade unas gotas de agua para formar una pasta.
Paso 3:
- Enjuaga con abundante agua caliente para eliminar cualquier residuo.
- Seca de inmediato con un trapo limpio para evitar marcas de agua o manchas.
Paso 4:
- Con un paño de microfibra seco, frota la superficie del sartén para darle brillo.
- Hazlo siguiendo la dirección del “cepillado” del acero para un acabado más profesional.
Sartén de aluminio (sin recubrimiento).
Utiliza agua caliente, bicarbonato de sodio, jugo de limón (o cáscaras de limón, naranja o lima), una esponja suave y un paño seco.
Paso 1:
- Llena el sartén con agua caliente hasta cubrir las zonas manchadas.
- Añade:
- 1 cucharada de bicarbonato de sodio
- El jugo de medio limón.
- Deja reposar 10 a 15 minutos.
- Frota suavemente con una esponja no abrasiva, prestando atención a las zonas oscuras o manchadas.
- Enjuaga con agua limpia.
Paso 2:
- Llena el sartén con agua limpia.
- Agrega cáscaras de cítricos (limón, naranja o lima).
- Hierve por 10 minutos a fuego medio.
- Apaga y deja enfriar antes de desechar el contenido.
- Limpia y seca como en el paso anterior.
Paso 3:
- Seca de inmediato con un paño limpio o papel absorbente.
- Evita que el sartén se seque al aire, ya que puede dejar marcas blancas opacas (calcificación o residuos minerales).
Sartén de cerámica
Para llevar a cabo la limpieza de este sartén, necesitarás jabón líquido suave (sin cloro ni desengrasantes fuertes), agua caliente, esponja no abrasiva, bicarbonato de sodio (opcional) y un trapo limpio o papel absorbente.
Paso 1:
- Nunca limpies el sartén mientras esté caliente.
- Dejarlo enfriar evita el choque térmico que puede afectar el recubrimiento cerámico.
Paso 2:
- Llena el sartén con un poco de agua caliente.
- Agrega unas gotas de jabón suave.
- Con una esponja no abrasiva, limpia la superficie haciendo movimientos circulares.
Asegúrate de limpiar también los bordes y el fondo externo.
Paso 3:
- Haz una pasta con bicarbonato de sodio y agua (solo unas gotas).
- Aplica la pasta sobre la zona afectada.
- Deja reposar 10–15 minutos.
- Frota suavemente con una esponja blanda hasta que se desprenda el residuo.
- Enjuaga con agua caliente.
⚠ ️No uses vinagre caliente: el ácido puede dañar el recubrimiento con el tiempo.
Paso 4:
- Enjuaga muy bien para retirar cualquier resto de jabón o bicarbonato.
- Seca de inmediato con un paño limpio o papel absorbente para evitar marcas de agua y mantener el acabado brillante.
Ahora que tienes toda la información necesaria, ten por seguro que todos tus sartenes estarán a salvo.